Mi más sentido pésame para las víctimas y sus familiares. Les deseo toda la fuerza posible
para soportar el tremendo dolor emocional.
Mi más absoluta admiración y felicitación, a todos mis compañeros psicólogos especialistas en situaciones
de emergencia y catástrofes, que realizan un difícil y maravilloso trabajo, ayudando a poner palabras al
dolor inefable, del que nadie quiere hablar ni escuchar, "hasta que te
toca". Y a todo el equipo de bomberos, policías, médicos, enfermeros y auxiliares, a los ciudadanos de las
cercanías, a los periodistas que nos
trasladan la información, GRACIAS. A todos GRACIAS de
corazón, por estar allí, por reaccionar con diligencia, humildad y bondad, por
sacar simplemente lo mejor del ser humano.
La tarde del pasado miércoles 24 de julio de 2013 será recordado tristemente en España por un accidente ferroviario, donde perdieron la vida 78
personas, y quedaron heridas 168. A datos actualizados a día de hoy 28 de julio. Partió de Madrid y su destino era
Ferrol, pertenece a Galicia, paradójicamente al día siguiente era la festividad de "Santiago Apóstol", ciudad donde
descarriló el tren, Santiago de
Compostela, patrón de España, a cuya catedral peregrinan miles de personas, hacen
"El Camino de Santiago" , por su Fé católica, la experiencia compartida de esfuerzo y superación, por el espectacular paisaje verde y frondoso, por la
humildad de los feligreses, por meditar o reflexionar y un largo etcétera de causas personales.
Paradojas del destino, cualquier sitio y cualquier momento
es bueno para nacer o morir. Todos somos iguales, "El nacer y el morir
para todo el mundo es igual", dice el refrán popular, y que cierto es.
La muerte nos hace humildes, porque nos enfrenta a la
verdad de que todos somos iguales, gotas de un mismo mar.
Independiente de cual ha sido la causa, la culpa o el
motivo del accidente, bien sea humana, del sistema o de la máquina, la muerte forma parte de la vida, indivisiblemente,
como la vida forma parte de la muerte, esto es, simplemente EL EQUILIBRIO de la
energía universal.
A todos mis pacientes con Hipocondría (enfermedad emocional caracterizada por el sufrimiento de
quién la padece presa del pánico al pensar que su cuerpo desarrolla una enfermedad
terminal, originando un peregrinaje de pruebas médicas y quejas psicosomáticas, a muchos les da tanto miedo ir al médico que no van, pero esto les impide vivir, sólo de pensar que van a morir, los familiares se
"queman" de la misma cantinela y el paciente se agota y sucumbe en
depresión, de tanta ansiedad), les
digo que la posibilidad de muerte no está en su cuerpo, sino en la
vida. 78 personas se levantaron el pasado miércoles 24 de julio sin saber
que iban a morir. Que era su último desayuno, su última mañana, en la que se vestían, comían, hablaban, sonreían o discutían y que se montarían a un tren que les llevaría a su último viaje. Estaban sanos, la
muerte está en la vida, no en el cuerpo, éste es sólo un transporte del alma.
Vivimos en la más absoluta ignorancia de cómo será nuestro último viaje.
Reflexiono sobre EL EQUILIBRIO EMOCIONAL: LO MEJOR Y LO
PEOR, y pienso, ¿y que es lo mejor de este trágico accidente? Y me digo a mí misma, Marta lo mejor es
encontrar la muerte de forma repentina, sin angustia y con la ilusión en tu alma de que ya estás a punto de llegar a tu
destino, que alguien te espera con amor. Y la bondad humanitaria que se
despierta en todos por ayudar y comprender el dolor. Ahí, y sólo en estos tristes casos,
"todos somos uno", se activa lo mejor del ser humano, la verdadera
belleza del amor desde el corazón, desde el anonimato. Ahí no importa la raza, la cultura, los títulos universitarios, la cuenta bancaria, la belleza o el
peso ideal, sólo importa cómo ayudar a salvar una vida, que podrías ser tu. La compasión en su máximo esplendor.
Y lo peor Marta, es el dolor emocional, de eso entiendo un
montón, soy psicóloga clínica, psicoterapeuta, el dolor
emocional es mi aliado y mi enemigo a la vez, es la materia prima con la que
trato a diario, invisible, escurridizo, astuto y veloz. A veces se esconde, y
se oculta durante años, a veces me huele y me engaña, porque se disfraza, porque nadie quiere sentirlo, porque
nadie quiere sacarlo. Pero el dolor está ahí, y espera ser encontrado, para transformarse en amor. Es
mi reto a diario, a veces me agoto, me frustra, me siento impotente y me
entristece el alma. Lo peor es el tremendo dolor emocional devastador de todas
las víctimas de la tragedia y sus
seres queridos, una tristeza profunda que marcará sus vidas. Despertar la ira
de lo injusta que es la vida, que la muerte llega sin avisar nos provoca a
todos una terrible vulnerabilidad. Una falta de Fé, descontrol y sobre todo
miedo.
El EQUILIBRIO está servido, no controlamos nada, todo es una ilusión de control. Pero si de algo estoy segura es de que somos
energía, no se destruye, sólo se transforma, porque cambia de forma, como el agua, de
sólido a gas, pero sigue siendo H2O. Somos la misma esencia. Puro amor.
A todas esas almas que perdieron la vida bruscamente les
deseo una transformación llena de luz, paz y amor, y
a todos sus seres queridos les deseo fuerza, para aceptar lo irrevocable y un
duelo sereno lleno de valentía que les conduzca a la
superación personal, que es el único regalo de esta vida.
¿De qué está hecha el ALMA?, me preguntó un niño que había perdido a sus padres en un accidente de coche, "de
AMOR Marta, el alma está hecha de amor", fueron
sus palabras tras muchas sesiones para superar el duelo, que bien llena se va
al cielo para descansar en PAZ y hacer la digestión. Eso me enseñó, con tan sólo 6 años. Magia infantil, capaz de transformar cualquier dolor en
amor.
Porque todos cogeremos ese tren que nos lleve a nuestro último viaje, tarde o temprano, y sin previo aviso, trata
hoy de llenar tu alma de amor, con cada acción emprendida en tu vida ahora,
empezando por ti mismo, para que no olvides tu esencia de la que procedes y a
la que volverás, y tener una buena digestión llena de paz.
Para mis ángeles con amor, Marta.
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